Los restaurantes más emblemáticos de la playa La Ropa en Zihuatanejo, no abrirán sus puertas al público a partir de este jueves; sus administradores coincidieron en señalar que no hay las condiciones de salud entre la población y que prefieren esperar otros 15 días más; el restaurantero Carlos Gutiérrez Farías aseguró que, “las autoridades dicen que se puede volver abrir porque pudo más la presión social desde el punto de vista económico, pero lo cierto es que los números de contagios aquí en Zihuatanejo van en aumento”.
Por su parte, la presidenta de la Cámara Nacional de Alimentos Condimentados, (Canirac), Rebeca Farías Salazar, manifestó que de los 120 restauranteros afiliados a esta organización, 84 de ellos reabrirán sus puertas, 24 están indecisos entre abrir o no, mientras que 12 ya no se dedicarán a esta actividad debido a que se encuentran en bancarrota.
Mientras que los 30 comerciantes del pasaje comercial El Globo, ubicado en el centro de este puerto, determinaron que no abrirán sus negocios para evitar un contagio por coronavirus.
Ayer miércoles, a través de sus redes sociales, los restaurantes más tradicionales de la playa La Ropa como son La Gaviota, Arena y La Perla, coincidieron en anunciar que actuarán responsablemente hasta que el nivel de contagios disminuya de forma razonable y las condiciones sean seguras para su clientela, sus trabajadores y el turismo en general.
En el mensaje del restaurante La Gaviota, que tiene una tradición de más de 30 años en ese balneario, se lee, “esta decisión ha sido tomada ante el evidente aumento de casos y crisis que existe en este momento en nuestro querido Zihuatanejo; los extrañamos y necesitamos el trabajo tanto como todos, pero en esta ocasión es mucho más importante la salud y bienestar de cada uno de nosotros, de todo corazón esperamos que se encuentren bien, cuiden de ustedes y de sus seres queridos, ¡volveremos a vernos”.
Por su parte, el propietario del restaurante Arena, Carlos Gutiérrez Farías, “no, nosotros vamos a cerrar unos 15 días más para ver que baje el número de infectados porque no hay condiciones ahorita para abrir; yo entiendo que fue la presión social la que hizo abrir, yo entiendo que fue la presión de muchos comerciantes en todo el estado de Guerrero que estaban exigiendo que se abriera, pero desde el punto de vista médico esto es un suicidio, así de fácil”.
“Entonces, va a abrir el que se esté muriendo de hambre, el que es más irresponsable o el que no tiene idea de la pandemia, y los que más o menos hemos estado al pendiente y queremos ser responsables con nosotros mismos y con el turismo vamos a esperarnos más días, hasta que haya mejores condiciones, tenemos ya casi todo listo, tenemos todo, pero aun así no hay condiciones por los números que estamos viendo en el Hospital General y en el Seguro Social, no hay condiciones para abrir, quien lo quiera hacer que lo haga, bajo su propio riesgo”.
Por su parte, la presidenta de la Canirac en Zihuatanejo, Rebeca Farías Salazar, aseveró que respeta la postura de los restauranteros que han tomado la decisión de no abrir sus negocios; dijo que de los 120 socios afiliados a la Cámara, 84 de ellos sí van a trabajar al 30 por ciento de su capacidad como lo indican las autoridades; 24 de ellos están indecisos entre trabajar otra vez o esperar más días, pues hay el temor de que ocurra un posible contagio, mientras que 12, “ya no van a abrir más, están en bancarrota, los consumieron los gastos que tuvieron que hacer mientras estuvieron cerrados y ya no pueden volver a abrir”.
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